Unos 30 diputados del peronismo no kirchnerista se reunieron para formalizar el armado de un bloque único

Felipe Solá, promotor del armado, intercedió en favor de De Narváez para priorizar un acuerdo y sumar la mayor cantidad posible de diputados. Los que ahora le pedirán explicaciones al vencedor de Néstor Kirchner son los macristas.

Unos 30 diputados del peronismo no kirchnerista, entre los que seguirán y los entrantes, se juntaron en un hotel vecino para formalizar el armado de un bloque único a partir del 10 de diciembre.

Las diferencias y el interrogante sobre sus autoridades las piensan dirimir más adelante. El primer paso del acuerdo consistió en conformar una mesa de conducción representativa de los diferentes sectores. La novedad más saliente fue la presencia de Francisco De Narváez.

"Ninguno se opuso a que formara parte del espacio", apuntó un operador del grupo, para no convalidar las versiones sobre las resistencias que su ingreso había provocado en reuniones previas del sector, a raíz de su alianza con Mauricio Macri y los pases de factura con Eduardo Duhalde.

También estuvieron el misionero Ramón Puerta, el santafesino Jorge Obeid y la entrerriana Cristina Cremer de Busti, entre otros. El punteo arrojó una cifra cercana a los 40. Se incorporaron los pampeanos del ex gobernador y senador electo Carlos Verna, pero aún no saben si lo harán los chubutenses de Mario Das Neves.

También duda Graciela Camaño, distanciada del oficialismo pero todavía en el bloque K. Después de presidir el martes el plenario sobre la reforma política -encabeza la Comisión de Asuntos Constitucionales-, Camaño salió apurada. "Me voy a purificar", ironizó. Fue a la sede del MPA, donde dio apoyo a la candidatura de Duhalde.

La falta de un liderazgo claro (se trata de hombres que responden a Solá, los Rodríguez Saá, Carlos Reutemann, Jorge Busti, Juan Carlos Romero) perfilaba el espacio hacia un interbloque pero avanzaron hacia la unificación entusiasmados porque, con el número estimado, el PJ disidente se convertiría en la tercera minoría detrás del kirchnerismo y cerca de la UCR.

"La unidad nos dará otro peso para conversar con otros espacios y enfrentar al kirchnerismo", evaluó uno de los presentes. Los más duros fogonean un acuerdo entre la oposición para ir por la presidencia de la Cámara, aunque se estima que la mantendrá el oficialismo.

Ayer, en una reunión con el resto de la oposición -a la que por primera vez asistieron Claudio Lozano y Eduardo Macaluse, cercanos a Pino Solanas- hubo coincidencia en reclamar la Vicepresidencia Primera para el radicalismo y, la Segunda para el peronismo disidente. También se acordó pelear lugares de relevancia en las comisiones para todo el espectro anti K.

Entre los peronista disidentes hay otro motivo para la unidad: avanzar en el desgaste del kirchnerismo con movidas que atraigan a oficialistas desencantados. Hoy volverán a reunirse. Si Solá logra apoyo para presidir el bloque, le ofrecerían el cargo a Camaño.