miércoles, 12 de agosto de 2009

De Narvaez: "El Pro ha sido sólo un "aliado".

Un Francisco De Narváez exultante, pero sobre todo un Felipe Solá reconfortado por el reconocimiento de sus aliados fueron las imágenes principales del acto que ambos encabezaron anoche en el Club Atenas de La Plata, en una suerte de reencuentro con la militancia de la provincia de Buenos Aires luego del triunfo del 28 de junio.

No era para menos, el empresario ratificó su condición de único candidato a gobernador del espacio que agrupa a los seguidores de Mauricio Macri y al peronismo disidente, en tanto que el ex gobernador bonaerense consiguió convertir el acto -que hasta 72 horas antes iba a funcionar como el lanzamiento de la candidatura presidencial del Jefe de Gobierno porteño-, en la formalización de su precandidatura a presidente para 2011 desde un pie de igualdad con el ex presidente de Boca.

“Unión Pro tiene dos candidatos a presidente de la Nación, Felipe Solá y Mauricio Macri”. La frase, calcada, salió de boca de Jorge Macri primero y de De Narváez más tarde, como una ofrenda a la continuidad de Solá dentro de ese armado opositor.

Pocos días antes había trascendido cierto malestar dentro del felipismo ante la certeza de que el encuentro de ayer se preparaba como una suerte de lanzamiento de la candidatura presidencial de Macri, lo que disparó negociaciones de último momento que lograron impedir lo que aparecía como una ruptura inminente.

"Quiero ver en cada uno de ustedes un líder que se pone de pie frente a su barrio”, arengó en medio de tambores y redoblantes que le dieron al acto un característico color peronista.

El acto, que funcionó como una demostración de fuerza y unidad de esa coalición opositora, reunió a casi 3 mil militantes, dirigentes y candidatos electos de Unión Pro de toda la provincia de Buenos Aires, y sirvió además como una suerte de formalización de la conducción provincial de esa fuerza, que estará integrada por al menos ocho referentes de casa, uno de los tres sectores.

En el palco, De Narváez y Solá estuvieron flanqueados en la primera fila por el primo del jefe de gobierno porteño, el senador provincial electo Alfredo Tati Meckievi, la diputada provincial electa Mónica López, la diputada nacional electa Claudia Rucci, el secretario general de Uatre, Gerónimo Momo Venegas, el diputado nacional electo Alfredo Atanasof, su par Eduardo Amadeo y la diputada provincial electa María Elena Torresi de Mércuri.

Más atrás se veían a otros diputados nacionales y provinciales electos, entre ellos Roberto Mouillerón, Gustavo Ferri y Silvia Majdalani.

De Narváez también se tomó unos minutos para aclarar su ubicación dentro del espectro ideológico nacional, en un mensaje que él dirigió como respuesta hacia “algunos de la vereda de enfrente”, aunque hay quienes interpretaron en sus palabras un tiro por elevación para el duhaldismo, con el que viene manteniendo fuertes cruces desde el cierre de listas.

“Han tratado de descalificarme, pero quiero que me escuchen bien. Llegué a la política nacional de la mano de Chiche Duhalde como candidato por el partido peronista. Soy peronista y seguiré siendo peronista”, proclamó el diputado nacional electo, en medio de la ovación cerrada del público, que casi no escuchó cuando señaló que el Pro ha sido sólo un “aliado” en esa estrategia.

Curiosamente, había sido la propia Chiche Duhalde la que un día antes, en el programa Hora Clave, que conduce Mariano Grondona, había respondido una pregunta sobre la identidad política de De Narváez. “Debo creerle a él cuando dice que es peronista”, contestó dubitativa.

En un discurso cargado de mensajes internos, de Narváez también prometió que “quienes dieron la batalla el 28 de junio tienen la prioridad para el 2011, es así como se conduce, con los leales, los convencidos y los comprometidos”.

Y prometió un nuevo encuentro para una fecha cara al peronismo: “Quiero desafiar a todos ustedes para que el próximo 17 de octubre nos volvamos a reunir en un lugar a designar, con estos dirigentes y con los que se van a ir sumando”.

Por su parte, Solá cargó contra la política oficial, especialmente contra el INDEC, al indicar que “falsearon los datos de la inflación con la excusa de ahorrar dinero en el pago de bonos indexados de la deuda pública”.

“En teoría, hicimos la cuenta, el Estado se iba a ahorrar mil seiscientos millones de dólares, pero en esos dos años, gracias a la destrucción de la confianza que produjo esa actitud de corto plazo de tapar las cifras, se fueron del sistema económico argentino 22 mil millones de dólares. Ese es el resultado de la política de Kirchner”, bramó un Solá animoso.

Pero también el ex gobernador tuvo mensajes para la interna al sostener que los dirigentes de Unión Pro son los que están “dispuestos a enterrar cualquier pelea personal con tal de no traicionar” a quienes los votaron.

“No se engañen compañeras y compañeros, no hay modelo, no estamos enfrentando un modelo de transformación, o como dicen, de acumulación, distribución e inclusión. Eso es falso, el modelo es Kirchner. No existe ningún modelo. El modelo es lo que le venga bien a Kirchner”, tronó, casi sin voz en el último tramo de su discurso.

Fuente: Inforegión
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